Turismo rural para los niños

turismo rural niñosEs evidente que en los últimos años la manera de entender el turismo ha sufrido profundos cambios. Uno de los más espectaculares es el que ha experimentado el llamado turismo rural, en detrimento de otro tipo de veraneo como el típico de playa y hotel.

A este tipo de turismo rural se han sumado una gran cantidad de personas que buscan más tranquilidad y más contacto con la naturaleza para sus vacaciones, y especialmente es en las familias en las que más se ha notado dicho auge, especialmente en las que tienen niños pequeños.

Esto es perfectamente comprensible si comparamos las ventajas que el turismo rural ofrece a dichas familias frente a otros tipos de alojamiento. Para empezar, los niños se encuentran más libres y más a sus anchas, pueden correr de un lado para otro y moverse, cosa que no pueden hacer si el alojamiento tiene lugar en un hotel o en un hostal. Además, otra ventaja para las familias es que no les desequilibra tanto el presupuesto, ya que la estancia es más económica y, al poder hacerse ellos mismos la comida, ello supone un ahorro considerable.

Otra razón, la más importante, es que con el turismo rural los niños no sólo disfrutan de las vacaciones sino que al mismo tiempo aprenden un montón de cosas que en un futuro van a serles muy útiles, como el respeto y amor a la naturaleza y al medio ambiente.

En muchas casas rurales disponen de pequeños animales de granja, algo muy positivo también para los más pequeños, que, al cuidarles y darles de comer, aprenden también a respetar a los animales como seres vivos que son.

Otras casas disponen de huertos, que permiten a los niños colaborar en algunas pequeñas tareas relacionadas con los mismos, como regar o recoger la verdura. Con dichas labores los niños aprenden el proceso que siguen los productos de la huerta, desde la siembre hasta que los tenemos en nuestra mesa. Se dan cuenta de que esto es para muchas personas su profesión, aprendiendo por tanto que hay otras maneras de vivir diferente a la que están acostumbrados ellos en la ciudad.

También hay casas rurales en las que se organizan diferentes talleres relacionados con la naturaleza, como los que enseñan a recoger plantas aromáticas para hacer perfumes, o aquéllas en las que enseñan a hacer jabones. O incluso manualidades, con lo que los niños aprenden que muchas cosas de las que tiran pueden tener aún un segundo uso, convirtiéndolas ellos mismos con sus manos en algo bonito.

Son muchos pues, como podemos comprobar, los beneficios que le reportan al niño unas vacaciones de turismo rural, de las cuales saldrá sin ninguna duda habiendo aprendido un montón de cosas, especialmente el amor y respeto que la naturaleza merece. Quizás de esta manera, dentro de unos años, el planeta estará en manos mucho mejores de las que se encuentra ahora.

 Foto via: Tuscasasrurales.com

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